En esta oportunidad, el principal eje temático del festejo fue el Camino de Santiago, por lo que a lo largo de la emblemática Avenida de Mayo, se representó el Camino de Santiago y se montaron carpas en las que se desarrollaron múltiples acciones didácticas, lúdicas y expositivas que dieron cuenta de su relevancia histórica, monumental, cultural y turística.
La celebración comenzó a las 12 del mediodía con una procesión en el honor del Apóstol Santiago, desde la catedral metropolitana y hasta la propia Avenida, luego de un oficio religioso en el que más de un centenar de músicos de las asociaciones gallegas bajo la batuta de Daniel Pazos interpretaron desde el altar mayor la antigua marcha real gallega y el himno gallego.
Encabezando el desfile de los conjuntos folclóricos de las asociaciones marcharon la imagen del Apóstol Santiago y el botafumeiro que donó la colectividad a la Iglesia del Apóstol Santiago.
La celebración contó con la presencia del vicepresidente del Gobierno autonómico, Alfonso Rueda, y el secretario xeral de Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, quienes acompañados por el embajador de España en Argentina, Estanislao de Grandes Pascual, y su esposa, recorrieron los estands de la feria.
Una celebración, aseguró Rueda, que vino a recordar, una vez más, “que Galicia sigue estando muy presente en Buenos Aires, que Argentina y Galicia siguen unidas” y que hay que seguir trabajando para que esos vínculos sean cada vez más estrechos. “Es bueno recordar, de vez en cuando, esa unión que viene desde hace muchísimo tiempo. Es bueno saber lo que somos y lo que tenemos en común”, avanzó el mandatario gallego.
Otro de los actos destacados fue la entrega de las ‘compostelas’ (credenciales del Camino) a los chicos y chicas participantes en la edición de 2014 del programa ‘Conecta con Galicia’, de la Secretaría Xeral de Emigración.
Esta fue la segunda oportunidad en la que las ‘compostelas’ se entregaron fuera de Santiago. La primera vez, cabe recordar, también se entregaron en Argentina, durante un acto que tuvo lugar en el año 2013.
Además, durante todo el día, se realizaron diversas actividades paralelas de carácter lúdico, teatral, musical. También se dictaron clínicas y se ofrecieron conferencias sobre temáticas vinculadas a la historia, la gastronomía y la cultura gallega.
Entre las atracciones con las que la comunidad agasajó a los visitantes fue la exposición del primer coche realizado íntegramente en la Argentina, por un emigrante gallego, Manuel Iglesias. El automóvil, que aun está en funcionamiento, se fabricó entre 1903 y 1907, en la localidad argentina de Campana (Provincia de Buenos Aires), reconocida oficialmente como “cuna del automóvil argentino”.
El cierre de esta jornada, que dejó un recuerdo imborrable, estuvo a cargo de la gaitera Susana Seivane, una de las artistas gallegas de más fama internacional.
Y, seguidamente, el Bruxo Queimán, junto a Andrea Pousa, ofrecieron un espectáculo de fuego, luz, magia, poesía y música.
En torno de las carpas, durante todo el día, se ofrecieron numerosas expresiones artísticas y plásticas brindando a los visitantes que lograron desafiar las inclemencias del tiempo, una imagen real y actualizada de la Galicia moderna y competitiva.
‘Buenos Aires celebra Galicia’ es fruto del acuerdo conseguido en la primavera del año pasado entre el secretario xeral de Emigración de la Xunta, Antonio Rodríguez Miranda, y el subsecretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Claudio Avruj, con el objetivo de tender puentes de promoción de la Galicia actual en la capital argentina.
Con esta celebración, aseguró Miranda, “las comunidades gallegas quieren mostrar públicamente la inmensa gratitud del pueblo gallego hacia esta ciudad, por ser la sociedad receptora durante décadas de millares de paisanos. Buenos Aires les echó una mano en los peores tiempos, y aún hoy es el hogar de más de 100.000 gallegos, y quieren reconocérselo y agradecérselo”.
La Casa de Galicia de Buenos Aires celebra su 81º aniversarioLa Casa de Galicia de Buenos Aires celebra el próximo domingo 28 de septiembre un nuevo aniversario con una gran paella en su sede social en la calle San José 224.
La celebración de este 81º cumpleaños estará amenizada por el cuerpo de baile y conjunto de gaitas de la institución ‘Airiños’ y por la orquesta internacional ‘Agora Xuntos’.
Los festejos comenzaron por la mañana con una procesión hasta la Parroquia de San José de Calasanz. Promediando las 11, los integrantes de la agrupación folklórica de la institución, con sus trajes típicos, y los directivos de la casa, encabezados por su presidenta, Dora Pegito, cargaron hasta la Iglesia las imágenes de la Vírgen de los Dolores, patrona parroquial, y de Santa Eulalia, patrona de Vedra, donde se celebró el oficio religioso.
Es una fiesta que los vedreses de Buenos Aires celebran en simultáneo con la parroquia gallega, que desde hace 150 años recuerda a su patrona con diversos actos conmemorativos y festivos que se prolongan a los largo de tres jornadas.
En la capital argentina la fiesta, que dura un día, siempre es motivo de encuentro y alegría.
Desde 1961, la agrupación folklórica, creada ese mismo año, acompaña en procesión por las calles de la ciudad las imágenes de la Virgen de los Dolores y Santa Eulalia.
Van con sus trajes típicos ofreciendo un concierto de gaitas, en un ritual que los emigrantes rememoran cada año, sin falta, para mantener vivas las tradiciones gallegas en el país y darlas a conocer a la comunidad.
“Para nosotros es una alegría porque nos permite enseñar nuestras costumbres a los más jóvenes, para que puedan reconocerlas y recibir toda esa cultura que tenemos y que es importante transmitir”, señaló Dora Pegito.
“Yo veo que muchas familias no le han contado a sus hijos sus cosas, que mueren con ellos”, dijo y avanzó: “Cuando uno las cuenta, esos chicos –tengan o no tengan familia allí– aprenden a querer Galicia”.
En este mes de septiembre, la Sociedad Parroquial de Vedra celebró su 104° aniversario y también el 40° aniversario de su casa.
Allá por los años 70, recordó Dora Pegito, se empezaron a hacer viajes a España. “Fuimos de los primeros que en el año 1970 viajamos alquilando aviones”. “En ese tiempo se podían vender los pasajes a un precio más accesible y en cuotas, lo que fue una gran alegría para mucha gente que hasta entonces no había podido regresar a su tierra”.
En el mes de julio de 1970 se organizó un viaje, prácticamente multitudinario. Eran tantos, contó, que hubo que alquilar cinco aviones que volaron “llenos de gente conocida”. “Eso, –ahondó– fue un gran puntapié para ahorrar dinero pensando en la casa propia”.
Cuando apareció la oportunidad de comprar la propiedad actual –que “para nosotros era inmensa porque tenía dos locales y 7 departamentos”, apuntó Dora– entre donaciones, préstamos, regalos y lo que se pudiera hacer se llegó a la cifra, se compró y se empezó a construir.
Finalmente, la propiedad se adquirió en el año 74 y en ese momento comenzaron a demoler paulatinamente lo que había y a construir, “de a poco, a medida que se podía, con el esfuerzo de la gente”.
“Albañiles eran los mínimos, la gente de la casa era la que hacía casi todo: unos trabajaban, otros cocinaban, otros limpiaban, así se fue haciendo. A medida que se construía, se iba demoliendo. Hasta que logramos lo que hoy tenemos”, relató.
Todos los años, socios y directivos trabajan para “mantenerla y mejorarla, en lo posible”, indicó.
“Nos resultó muy costoso poner el aire acondicionado para todo el salón, que es inmenso, e instalar un ascensor para que la gente mayor pudiera acceder con comodidad a la planta del primer piso”, sostuvo y ahondó: “Nosotros hacemos todo sin fines de lucro. Ninguno de los que estamos acá cobramos un peso y todos estamos trabajando para tener este rinconcito y el orgullo de decir que fuera de Galicia tenemos algo que nos hace acordar, que nos llevamos bien con los de allá, que cuando ellos vienen nos visitan”, valoró la presidenta de la Sociedad, Dora Pegito.
